Otro de los castillos que visité durante el pasado mes de agosto fue el de Criccieth. Entre 1230 a 1282 un castillo gales, y entre 1283 a 1404 un castillo inglés, en la actualidad los estudiosos aún discuten qué parte de la plaza corresponde a uno u otro bando.
Fue construído por Llywelyn el grande en lo alto de una roca frente al mar, permitiendo el acceso de barcos con provisiones desde Irlanda. El rey Eduardo I se encargó de reconstruirlo y fortificarlo para poder luchar y controlar a los galeses. Finalmente, durante el levantamiento de Owain Glyndwr, los galeses destruyeron el castillo (con ayuda de los franceses, encargados del asedio al fuerte por mar), y nunca más se volvió a reconstruir.
Las ruinas del castillo frente a la bahía de Tremadog cuentan con unas vistas espectaculares, que hace que valga la pena hacer la visita a estos restos. Me costó mucho emprender el camino de regreso, no me quería ir de lo alto del promontorio rocoso. Por poco y pierdo el bus, si no es porque empezó a caer unas gotas de lluvia, yo de ahí no me movía.
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